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lunes, 2 de abril de 2018

AÑADA UN POCO DE COLOR A SU VIDA


Añada un poco de color a su vida

NO CUESTA dinero, aumenta su atractivo y le aporta una mayor confianza. ¿Qué es?


Nos referimos a la habilidad de combinar o coordinar los colores de la ropa que viste.
Aunque es un arte que se puede aprender fácilmente, muchas personas se desconciertan, o hasta se frustran, a la hora de determinar qué color combina mejor con otro.

¿Le pasa lo mismo cuando trata de decidir si debería vestir una prenda amarilla con una azul o tal vez con una verde? Si tiene ese problema, no se desanime, pues para combinar bien los colores de su vestuario no hace falta memorizar muchas reglas. Todo lo que necesita saber son unos detalles respecto a la naturaleza de los colores y el efecto que producen cuando se combinan. Así que echemos un vistazo a algunos principios básicos y veamos cómo puede usted añadir un poco de color a su vida.

¿Cuántos colores hay?

“Cuando miramos al arco iris —explicó a ¡Despertad! el científico japonés Kunihiko Takei, especialista en colores—, destacamos arbitrariamente el rojo, el naranja, el amarillo, el verde, el azul, el añil y el violeta, y pasamos por alto los colores intermedios. Así como los colores del arco iris van cambiando de forma gradual desde el rojo hasta el violeta, de igual modo todo color puede variar sutilmente de oscuro a claro, de intenso a suave. Decir que de cada color hay centenares de tonalidades es un cálculo conservador y trivial.”

Esto significa que los colores no son entidades separadas, sino que están estrechamente relacionados entre sí, y es muy importante comprender esta relación si se quiere aprender a combinarlos. A este respecto, resulta útil un círculo cromático, como el que se halla en la página 16. Observe que los colores del arco iris aparecen ordenados en círculo. Los colores primarios —rojo, amarillo y azul— ocupan un espacio igual y al mezclarlos en diversas proporciones, se pueden producir todos los demás colores o tonalidades del círculo cromático.

Cuando un color del círculo cromático se mezcla con una cantidad igual del color opuesto en el círculo, el resultado es negro o gris oscuro. Pero si se mezclan cantidades desiguales de ambos colores, se producen los tonos más oscuros o neutralizados. Como estos contienen más colores, pueden armonizar con muchas tonalidades diferentes. Por ejemplo, el rojo neutralizado no solo contiene rojo y verde sino también amarillo y azul, pues de estos dos se obtiene el verde.

Otra forma de crear colores consiste en añadir diversas cantidades de blanco, gris o negro. Como el gris atenúa la intensidad, con él se consiguen colores más apagados de una misma tonalidad, llamados también “grises”. Si lo que se añade es blanco, conseguimos los “claros”, o colores pálidos, y si lo que se añade es negro, se producen los “oscuros”, o colores fuertes. En una tabla de colores (parte inferior derecha) se puede apreciar la amplia gama que existe de una misma tonalidad. Si se multiplica esto por el número de colores o tonalidades, hay millones de posibilidades. Se calcula que la cantidad de grises, claros y oscuros que hay es de unos diez millones.

“Pero ahí radica precisamente el problema —quizás diga usted—. ¡Tantos colores!” No permita que los árboles le impidan ver el bosque. Lo importante es percibir la relación que hay entre los colores. ¿Ha tenido alguna vez un jersey rojo con el que no se veía bien y pensó que nunca podría llevar nada rojo? ¿Era un azul rojizo o un naranja rojizo, o quizás un color vino oscuro o rosa claro? ¿Era un rojo vivo o más bien apagado? Si analiza el color de esta manera, encontrará muchos rojos, u otros colores, que le pueden sentar bien.

“¿Cómo puedo saber qué colores me favorecen?”

El que haya muchos colores no quiere decir que todos le favorezcan, o el que le gusten unos más que otros no significa que necesariamente le sienten bien. ¿Cuáles son entonces los colores que más le favorecen? Aquellos con los que más cumplidos recibe.
Muchos entendidos en la materia clasifican a las personas en dos grupos: las de coloración fría (azul) y las de coloración cálida (dorada). A las primeras les favorecen los azules y los rosas fríos, pero les conviene evitar los naranjas y los marrones. Mientras que a las segundas les favorece el amarillo, el dorado y los colores cálidos, y, sin embargo, es probable que con el púrpura tengan problemas.
La manera más fácil de decidir cuáles son los colores que le favorecen es acercárselos al rostro, uno por uno, y mirarse en un espejo a la luz del día. Según Carole Jackson, consultora de colores y autora del libro El color de tu belleza —clasificado entre los libros de mayor venta— el color adecuado “hace que la piel se vea más tersa y más clara” y “da un color saludable a la cara”. Por otra parte, un color inadecuado “puede hacer que se te vea pálida, amarillenta o ‘terrosa’” y hasta puede que “te haga parecer vieja”.
¿No existen reglas?
Pero, ¿y todas esas reglas de las que tanto se habla? ¿No hay ciertas combinaciones que nunca serían aceptables?
“Hoy día la única regla es ‘Nunca digas nunca’ —escribió Leatrice Eiseman, consultora de color e imagen de Hollywood en su libro Images in Colour—. Piensa en términos de pautas más bien que de reglas, pues estas últimas pueden obstaculizar tu creatividad e impedir que seas una persona abierta a nuevas ideas.”

Entonces, ¿cuáles son las pautas? Básicamente solo hay que recordar dos:
1) Poner juntos los colores adecuados y
2) utilizarlos en las proporciones correctas.

Existen ciertas maneras de combinarlos que pueden ayudarnos a aplicar bien estas dos pautas básicas. Y algo muy útil para aprender a combinarlos es utilizar el círculo cromático y la tabla de colores.

Monocromía. Con ese término se hace referencia al uso de colores de una misma familia o tonalidad. Aquí será útil la carta de colores. ¿Puede apreciar cómo armonizan todos los oscuros, los grises y los claros? Aunque en las combinaciones monocromáticas solo se utiliza un color básico, cuando se crean contrastes variando los oscuros y los claros, pueden ser muy bonitas. Forman unas combinaciones de color agradables y armoniosas.

Bicromía. Es el término que se utiliza para referirse a combinaciones de dos colores, y probablemente es el tipo de combinación que más usará en el vestir. Los dos colores deberían estar situados juntos en el círculo cromático o, de lo contrario, lo más alejados posible. Los colores que son adyacentes en dicho círculo, como el rojo y el rojo anaranjado o el rojo y el rojo púrpura, reciben el nombre de análogos y combinan bien. Por otro lado, los colores diametralmente opuestos en el círculo, como el rojo y el verde o el amarillo y el púrpura, se llaman complementarios. Se intensifican el uno al otro y hacen que los colores destaquen. Es de buen gusto al combinar colores complementarios usar el segundo color con moderación o en un tono más oscuro. Un color también combina bien con sus complementarios próximos, es decir, los colores contiguos a su complementario en el círculo cromático. El amarillo con el azul púrpura o con el rojo púrpura forman ese tipo de combinación, y podría acentuar el efecto utilizando el último en un tono más oscuro. Si un color parece sucio, es porque lo ha puesto en contraste con colores que no le van. Busque una combinación mejor.

Tricromía, o combinaciones de tres colores, son las que se consiguen al añadir un tercer color a una bicromía, bien análogo o complementario próximo. El rojo, el rojo anaranjado y el naranja forman una tricromía análoga. En cambio, el rojo, el amarillo verdoso y el azul verdoso, una tricromía con un complementario próximo. Otra combinación —llamada tríada— que resulta agradable a la vista es la que se forma con tres colores del círculo cromático entre los que medie una distancia igual, como por ejemplo la de los tres colores primarios —rojo, amarillo y azul—. En todas esas combinaciones, se suele preferir que solo uno de los colores sea vivo y los otros dos apagados, neutralizados u oscuros.
Policromía es la combinación de varios colores. Pero, hay que tener mucho cuidado cuando se quieren juntar cuatro o más colores, de lo contrario podríamos parecer payasos. En cambio, si se escogen cheviots o estampados multicolores que no sean chillones, no suele haber problemas.
Por último, y formando una clase propia, están los colores neutros: beige, gris, marrón oscuro y, en términos generales, negro y blanco. Un beige agrisado (topo) combina bien con casi todo. Si se trata de prendas caras, como son los trajes, resulta práctico pensar en colores neutros porque se pueden coordinar de muchas maneras. Además, los colores neutros son modelo de buen gusto en el vestir clásico.

Equilibrio y proporción

Prescindiendo de cuál sea la combinación que usted escoja, fíjese bien en el equilibrio de todo el conjunto y déjese guiar por sus ojos. Es imposible establecer reglas pues los efectos que las proporciones de color producen en la vista difieren según el género que se utilice, la intensidad o luminosidad del color, si es llamativo como el naranja o pasa más inadvertido, como el gris.
Cuando todos los colores son demasiado llamativos no se consigue un efecto agradable. Por lo tanto, para que haya armonía, deje que domine un solo color y que los otros desempeñen un papel subordinado, secundario. Esto aplica a todas las combinaciones. En el caso de la ropa, entre el 75% y el 90% de la prenda debería ser del color dominante, recomienda Eiseman. Si introduce un tercer color en su atuendo, asegúrese de que solo sean unos toques, unas pinceladas. No obstante, para que la armonía sea completa, también hay que tomar en cuenta el color de la piel, de los ojos, del cabello, es decir toda la persona.

Recuerde también que algunos colores le harán parecer más gruesa y otros más delgada. La afamada diseñadora de modas Mary Quant, dice: “Si es algo gruesa de cintura para arriba, escoja conjuntos cuya parte superior sea la de color más oscuro [...]. ¿Tiene las caderas más anchas de lo que quisiera? Desvíe la atención de ellas con jerseis de colores vivos. [...] Los tonos oscuros pasan más inadvertidos, los claros captan más la atención”. Y Carole Jackson recomienda una treta para conseguir un efecto adelgazante: “Un color que te siente bien atrae la mirada hacia arriba, hacia tu rostro, apartándola de tu cuerpo”.

Después de aconsejar a los políticos japoneses que deberían alegrar un poco su apariencia, Hanae Mori, figura de fama internacional en el diseño de modas, añadió que, sin embargo, “no hay necesidad de ser llamativo”. Estas sencillas pautas le ayudarán a mantenerse dentro de los límites del buen gusto y disfrutar del color. Ahora, manos a la obra, y vea qué combinaciones puede crear. Hay diez millones de tonalidades con los que puede añadir color a su vida.

El rojo, el amarillo y el azul son los llamados colores primarios en pintura. Para producir otros colores, se mezclan pigmentos, o colorantes, de estos colores primarios. En cambio, los colores primarios del espectro solar son el rojo, el verde y el azul. La mezcla de luces de estos colores proyectadas en una pantalla, produce otros colores.

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